Puede parecer una moda que como tantas otras pasan por nuestra vida sin hacerles mucho caso. Puede ser una forma de ser conscientes de todos aquellos recursos que están en nuestra mano. De recuperar el pasado remoto o de innovar hacia un futuro mejor. Sea la razón que elijamos, lo cierto es que incluir el maravilloso mundo de las flores en nuestra mesa atiende a todos nuestro sentidos.
Color, olor, sabor… incluso ¿por qué no? Aquél clásico dígaselo con flores puede aparecer por sorpresa en nuestros platos. Puede decorar una receta diaria convirtiéndola en especial, convertirse en un mensaje de hospitalidad, de alegría y aportar sabores delicados que por sí solos se convierten en motivo suficiente para cocinar con flores.
Además están al alcance de cualquiera, es fácil cultivarlas en casa, en macetas, en jardines, en invierno, en verano… siempre a mano nuestras mas populares flores pueden transformarse en un plato con regusto. Sigue leyendo